Síguenos en FACEBOOKTWITTERYoutubeinstagram
HOME 4, LA VOZ DEL PDGE, Noticias

Comentarios de prensa del PDGE

Lo que en estos días está haciendo la mal llamada “oposición de Guinea Ecuatorial en el exilio” es de vergüenza ajena. Como lo que hizo en la anterior ocasión en París, llegando a pelear a puñetazo limpio en plena calle.

En las últimas fotos, que ellos mismos han publicado, hemos podido ver a un grupúsculo de cuatro o cinco individuos portando folios. Sin ningún rubor, ellos mismos han denominado a esta pequeña reunión de amigos “manifestación”.

Seamos serios: ¿Qué hacía hoy, en París, este grupúsculo de falsos opositores? Pues acudir a un mero trámite formal para fijar el juicio del proceso (también mal denominado) de los Bienes Mal Adquiridos. Que no es sino una necia persecución contra el Estado de Guinea Ecuatorial y sus dirigentes legítimos que, después de unos cuantos años, aún no ha podido conseguir nada en absoluto, ni nada conseguirá en el futuro.

¿Acaso alguien inteligente podría llegar a pensar que estos falsos y radicales opositores, financiados por los intereses oscuros e inconfesados del neocolonialismo han viajado a París para defender a la República de Guinea Ecuatorial, tal y como ellos neciamente dicen? Ni mucho menos. Han viajado, única y exclusivamente, para volver a intentar hacer “negocios” y ganar dinero por ofrecerse, como buitres, a los enemigos de nuestro país.

Si hacemos una retrospectiva, en la anterior ocasión en la que apoyaron a la organización Transparency International France, estos opositores en Paris salieron peleándose entre ellos mismos, con unas vergonzantes imágenes en las que se les veía pegándose en las puertas del jurado. Entonces dijeron que se habían personado como acusación popular en el juicio de los Bienes Mal Adquiridos, pero esto era otra mentira más de la CORED. Lo único que hicieron fue declarar a favor de Transparency International France, a cambio de lo cual recibieron un buen “incentivo”: más de 20.000 euros que fueron entregados a Salomón Abeso Ndong, quien no quiso compartirlos con los demás, ocasionándose así las peleas que todos pudimos ver.

Estos son los vendepatrias que, una vez más, acuden a París para ver si pueden volver a sacar algún dinero de este asunto. Un grupúsculo de opositores que, para colmo, tienen la poca vergüenza de decir que están haciendo una “manifestación”.

Todos sabemos que una manifestación tiene relevancia según el número de manifestantes que acuden a ella. Siguiendo esta lógica, resulta verdaderamente desolador ver las “manifestaciones” de la oposición radical, en las que nunca se puede llegar a contabilizar más de diez o veinte personas, y todos son los miembros del propio partido y sus familiares. No es de extrañar, porque todos sabemos que ninguno de estos partidos políticos ficticios goza de la aceptación de la población ecuatoguineana, ni dentro del país, ni fuera. Unos partidos políticos que no son siquiera capaces de convencer a sus seguidores (ya no decimos militantes, porque no tienen), para secundar sus convocatorias, demuestran a todas luces que carecen de militancia, de seguidores y de adeptos para sus nefastos programas políticos.

Pero ahora hablemos de los “Bienes Mal Adquiridos”: La colonización como la esclavización fueron sistemas ya de por sí injustos; unos sistemas en los cuales los africanos eran oprimidos y maltratados en sus propias tierras. Y después de cientos de años (lo que duró la esclavitud y la colonización), nuestros antepasados levantaron la cabeza y se rebelaron contra los opresores colonos echándoles de nuestras tierras. Pero como era de esperar, éstos no se podían ir por las buenas perdiendo sus ingentes cantidades de intereses económicos. Fue entonces cuando planearon otro tipo de colonización: la neocolonización económica; esa que persigue a cualquier colonizado que intenta levantar la cabeza y actuar a favor del propio desarrollo del pueblo y en contra de los postulados establecidos por la antigua metrópoli.

Con este nuevo neocolonialismo, cualquier país que pretenda actuar fuera de los postulados de la metrópoli sufre las represalias severas, no solo las del país colonizador, sino también las del resto de potencias que comparten el mismo ideario. Y así llegamos al proceso mal denominado como “Bienes Mal Adquiridos”, que no es sino una historia inventada por el Estado francés para intentar mantener su potestad sobre nuestros países africanos. Porque, si tuviéramos que hablar de auténticos “Bienes Mal Adquiridos”, el Estado francés sería el primero que debería rendir cuentas ante los tribunales, por los abusos cometidos durante décadas en nuestro continente.

Es por todo esto que, en realidad, el asunto de los “Bienes Mal Adquiridos” no es sino uno juicio político: el Estado galo ve como un peligro la emergencia de Guinea Ecuatorial en la subregión y ha tenido que buscar pretextos para frenarlo. En esta trama, el papel de la desleal oposición ecuatoguineana en el exilio voluntario es más que penoso: su actuación consiste únicamente en perseguir las migajas que les ofrecen las instituciones neocolonialistas, y anteponerlo al interés de nuestro país, y a la seguridad de los ciudadanos de Guinea Ecuatorial.
Volvamos a la pregunta anterior: ¿Qué hacen los miembros de la falsa y radical oposición en París?: Pues intentar, de nuevo, arañar la pequeña limosna, la dádiva que le ofrece Transparency International France. Así de triste, así de miserable es este asunto. Esperemos que, al menos, esta vez no salgan a bofetadas entre ellos, porque, además de jugar con la independencia y la seguridad del Pueblo de Guinea Ecuatorial, estos insensatos juegan, además, con nuestra buena imagen.

Departamento de Prensa del PDGE

febrero 14, 2019