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El ejemplo de expulsar a los violentos no gusta a la oposición radical

Como no podía ser de otra forma, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial ha depurado de las listas de su partido a una serie de militantes después de haberse demostrado su participación en la fallida intentona golpista que puso en peligro a toda nuestra Nación, y también al Jefe de Estado y Presidente Fundador, el pasado mes de diciembre de 2017.

La decisión se ha llevado a cabo de forma meditada y medida, después de haberse esperado los resultados de las adecuadas investigaciones. Cualquier partido político en el mundo, que sea firme y honesto con sus principios, debe actuar en consecuencia, cuando alguno de sus militantes demuestra un mal comportamiento y más todavía si con ello pone en riesgo la paz, que para el PDGE es el primero de sus objetivos y principios.

Sin embargo, esta decisión que consideramos necesaria y totalmente ejemplar, ha sido criticada por otros partidos de la oposición radical que, como siempre, aprovechan cualquier oportunidad para lanzarse contra el PDGE y contra el Gobierno de Guinea Ecuatoria, sea por el motivo que sea. Parece ser, pues, que el hecho de predicar con el ejemplo, eliminando de nuestro partido a quienes van contra la Ley y contra la Paz, lejos de ser aplaudido (como sucedería en cualquier otro lugar del mundo), es un hecho criticable para estos opositores. Todos los días nos llegan noticias de la vida política de otros países, en las cuales los partidos piden la dimisión de aquellos militantes o políticos que han cometido actos ilegales. Pues bien, resulta que, en Guinea Ecuatorial, los partidos de la oposición radical, lejos de aplaudir estos ceses realizados voluntariamente por el PDGE, parecen estar en contra de ellos.

Desde el PDGE nos preguntamos si acaso los partidos que se han lanzado a criticar estas expulsiones consideran que es adecuado tener en las filas de un movimiento político a quienes apoyan la violencia o ponen en peligro a los ciudadanos. Ningún partido político, ni ninguna institución, deben apoyar jamás a quienes practican la violencia, y mucho menos, a quienes organizan un Golpe de Estado. Pero en Guinea Ecuatorial, estos partidos políticos radicales lo hacen continuadamente, mostrando su apoyo público incluso a personajes que han sido condenados por estos hechos, como sucede con el histórico golpista Severo Moto, condenado incluso en España por tráfico de armas. También tenemos el ejemplo del ex partido político Ciudadanos para la Innovación (CI), que apoyó -y hasta jaleó a sus militantes- cuando estos atacaron salvajemente a los agentes de las fuerzas del orden, que solo cumplían con su obligación en los altercados sucedidos hace ahora un año.

Por el contrario, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, ni ahora, ni nunca, apoyará cualquier acción que genere violencia o que ponga en peligro la más mínima seguridad de nuestra Nación, y condenará a sus autores, sean estos de nuestro partido o de cualquier otra formación. El NO A LA VIOLENCIA, SÍ A LA PAZ es una las prioridades de nuestro Presidente Fundador Obiang Nguema Mbasogo, y de nuestro ideario y programa político general. Por ello, cualquier militante que desee generar violencia será siempre expulsado de nuestro movimiento.

Respecto a la crítica expresada por el partido Convergencia para la Democracia Social (CPDS), al respecto de que algunos de los miembros recientemente expulsados ocupaban cargos supuestamente incompatibles con la Ley de Partidos Políticos, recordamos a CPDS que estos militantes se incorporaron al PDGE mucho antes de que ejercieran estas responsabilidades, y posteriormente pasaron al status de militantes pasivos, con lo cual no hay motivos para cuestionar la viabilidad de estas expulsiones. Igualmente recordamos que, en todo caso, es cada militante el que tiene la obligación de abandonar el partido después de asumir los cargos públicos, porque (por lógica) ningún partido en el mundo tiene la capacidad de perseguir a cada uno de sus militantes o fiscalizar su vida privada y profesional, para saber a qué se dedica. Tampoco debe un partido político vigilar la vida privada de cada militante.

Por otra, parte, si de buscar incoherencias se trata, encontraríamos un buen número de ellas en estos partidos de nuestra oposición radical, que basan su ejercicio político, y sus aportaciones, única y exclusivamente en la crítica al Gobierno del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial. Por ejemplo, en el caso del CPDS, podemos asegurar que también figuran entre sus militantes algunos militares (lo que igualmente contraviene la Ley de Partidos Políticos); y es conocido internacionalmente el hecho de que la mayor parte de su financiación procede de partidos políticos e instituciones españolas, que son quienes le subvencionan desde hace años (lo cual, si se analizara adecuadamente, también podría ser susceptible de claras incompatibilidades). Por no hablar de la incompatibilidad moral -que es igual o más importante- de ejercer como partido político supuestamente nacional, cuando claramente el CPDS trabaja para los poderes que les financian desde fuera de Guinea Ecuatorial, y cuyos objetivos, por lógica, no son beneficiar al pueblo ecuatoguineano, sino a sus propios intereses.

Por tanto, y una vez más, estos partidos de la oposición radical vuelven a dar un pésimo ejemplo como políticos y como conciudadanos, criticando una medida ejemplar, y que debe ser aplicada en cualquier movimiento político o institución que vele siempre por la integridad, y sobre todo, por la paz y seguridad de sus ciudadanos.

Departamento de Prensa del PDGE

 

noviembre 6, 2018