El militante Martín Ela Mbo reflexiona en esta ocasión sobre las últimas declaraciones publicadas por el golpista de los golpistas, Severo Moto.
Malabo, 28 de octubre
El perfil del “personaje de latón”, -nos referimos claro, a Severo Moto-, es el de la megalomanía al límite del esperpento. Por eso, y por tantas otras cosas más, no es, ni nunca lo ha sido, una persona de fiar. Su largo historial como político y golpista fracasado se basa en su capacidad continuada de afirmar una cosa, para negarla instantes después. Para Severo, lo de manifestar lealtad solo vale mientras come, bebe y se desmadra. Su egolatría absoluta le impide que le pueda gustar una segunda silla; a él solo le gusta la primera silla; la primera plaza; el primer puesto de honor; ser el primero de la foto y el primer plano de la portada. Su vanidad ilimitada, sus ansias de notoriedad no le permiten darse cuenta de que, hoy en día, no es sino un político caduco sin ningún tipo de futuro.
De ahí el desmembramiento que su partido, el Partido del Progreso (PP) haya sufrido debido a la cerrazón y empecinamiento de un Severo indolente ante el clamor de sus correligionarios, tales como “su paisa” Donato Ndong Biyoga quien ha preferido “hacer las maletas” y largarse con “el rabo entre piernas” a buscar fortuna en otra parte; o de Armengol Engonga, quien comenta en las tabernas -aunque con la boca chica- su hastió hacia Severo Moto, a quien acusa de no saber interpretar los signos de los tiempos y de quien piensa que hace muchos años debería haber jubilado, de una vez por todas, su afán de ser presidente vitalicio del partido
Pero, pese a todas estas proclamas, Severo sigue empeñado en mostrarse, aunque sea de forma penosa, cada cierto tiempo, para exigir una ilusoria alternancia política en Guinea Ecuatorial, que supuestamente él protagonizaría; algo que no sucedería ni en la más paranoica historia de ciencia ficción, y que solo un cerebro como el suyo podría llegar a pensar jamás.
Severo Moto no ha sido nunca, ni lo será jamás, un político de fiar, ni para el pueblo ecuatoguineano, ni para nadie. Con los años todos hemos ido descubriendo su verdadera identidad política y humana, que es la de la peor versión del neocolonialismo en el continente africano. A lo largo de su fallida carrera, su demagogia ha quedado al descubierto; como también hemos ido conociendo sus constantes planes maquiavélicos golpistas para desestabilizar el país utilizando mercenarios desalmados para satisfacer a su desmesurada y fanática ambición de poder.
Todo esto lo descubrieron en su momento aquéllos guineanos que, engañados precisamente por la demagogia y los embustes del Señor Moto Nsa, se afiliaron al extinto PP, -una auténtica secta-, atraídos por una sarta de promesas falsas que el tiempo se encargó de convertir obsoletas, vacías y utópicas; en definitiva, el frustrado Severo pretende seguir engañando al pueblo ecuatoguineano con sus diatribas sin sentido, como por ejemplo el reciente artículo publicado en “El Confidencial de Guinea Ecuatorial”, bajo un patético titular-epitafio a modo de pregunta: “¿Por qué en el Partido del Progreso estamos tan empeñados en llevar a cabo una transición pacífica hacia la democracia en Guinea Ecuatorial?”.
Tanta desfachatez resulta harto intolerable venida de alguien que, en múltiples declaraciones públicas, ha dicho que la opción mercenaria es la única que puede cambiar el actual régimen constitucional y legítimo de nuestro país. Algo que igualmente ha demostrado con sus numerosos intentos golpistas, todos ellos fracasados como el resto de su vida.
El Señor Moto Nsa se cree el Mesías de la República de Guinea Ecuatorial. Pero afortunadamente, este pensamiento solo cabe en su mente egocéntrica, paranoica y perversa. Porque, por lo que respecta al pueblo ecuatoguineano el nombre de Severo-Matías Moto Nsa, ya forma parte, desde hace bastante tiempo, del pasado muy lejano de nuestro país; y siempre será relacionado con sus múltiples intentos de frenar con intentonas golpista el desarrollo y la estabilidad propiciadas por el verdadero líder carismático y fundador del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo; único artífice del progreso de nuestra gran nación.
Firmado: Martín Ela Mbo, militante activo del PDGE.
