Laotravoz.info responde a la periodista portuguesa Barbara Reis tras la publicación de su artículo, el 5 de abril en el sitio web Público, bajo el título: “Temos uma Coreia do Norte na CPLP”.
RESPUESTA A BARBARA REIS. Por Vanessa Ngadi Kwa – 24 de abril de 2019 a las 13:30
¡No! Guinea Ecuatorial no está a la venta! Y lo siento Barbara Reis, tu campaña de desprestigio no funciona y nunca funcionará. Hace mucho tiempo que te hemos desenmascarado.
La opinión occidental, teorizada esta vez por las palabras de la Sra. Reis, se encuentra nuevamente preparada para intentar desacreditar al Gobierno del Presidente ecuatoguineano, Obiang Nguema Mbasago. Esta señora, que cree que habla en nombre de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), aunque no conoce Guinea Ecuatorial, y desde luego pretende ignorar la realidad innegable de este país, dijo recientemente en un artículo, publicado en el blog de Severo Moto, que aquí no hay libertad de expresión; que en este país no se respetan los derechos humanos; que es un país antidemocrático y que, de hecho, es comparable a la Corea del Norte de Kim-Jong Un.
Lo que se debe decir desde el principio y lo que ya saben totalmente, tanto los ecuatoguineanos como cualquier africano, es que estas campañas de medios occidentales para intentar denigrar a Guinea Ecuatorial van a continuar siempre que Guinea Ecuatorial continúe siendo una nación fuerte, soberana y respetada por las mayores potencias del mundo, como Rusia, China o Turquía, y que su líder siga siendo el portador de la antorcha del nacionalismo y panafricanismo a la que aspiran todos los ciudadanos de África.
Además, el Presidente Obiang Nguema Mbasogo, un visionario en sí mismo, ya ha advertido de estas cosas: en su mensaje a la nación el 31 de diciembre de 2013, denunciando las campañas de desinformación occidentales de las que Guinea Ecuatorial es casi siempre víctima, dijo: “No debemos sorprendernos por el hecho de que nuestro país siempre es una de las naciones seleccionadas por las potencias en crisis para intentar desestabilizarnos, ya que en Guinea Ecuatorial las personas disfrutan de grandes libertades políticas, económicas, sociales y culturales, y hay un desarrollo gradual de la democracia (…) y, al mismo tiempo, un desarrollo de la infraestructura económica y social que nos alienta a continuar trabajando hacia el resurgir de nuestro país”.
Un mensaje sencillo de comprender que ya ha sido lanzado por el Presidente Obiang Nguema Mbasogo a personas como Barbara Reis y a todos aquellos a quienes les gusta pensar como ella. Porque a todos ellos ya les ha advertido que sus amenazas no van a funcionar en Guinea Ecuatorial, con un presidente con una perspectiva anticolonialista que rechaza totalmente los dictados de occidente. Obiang Nguema Mbasogo también ha dicho: “No acepto ninguna lección sobre gobernanza de personas que no han dudado en saquear sistemáticamente África y de quienes sigue haciéndolo. No tengo ningún complejo frente a los líderes occidentales.”.
Para este líder político africano, más decidido que nunca a asumir y mantener la antorcha del nacionalismo y el panafricanismo, después del brutal asesinato de Gadafi por parte de la OTAN, no hay intimidaciones a las que temer, porque África tiene mejores cosas que hacer ahora. “Damos prioridad a la Cooperación Sur-Sur, la cooperación interafricana porque primero debemos apretar nuestros lazos. No olvidemos que solo han pasado cincuenta años desde que nos deshicimos del yugo colonial. Se necesita tiempo para sentar las bases del desarrollo. Pero somos optimistas y nuestro deseo es que África crezca. Y al final, no esperamos nada de la prensa occidental”, es otro de sus pensamientos.
Finalmente, Occidente se dará cuenta muy rápidamente de que también se equivocó en sus cálculos en Guinea Ecuatorial, como ya ha ocurrido con Rusia, China o con Corea del Norte precisamente. Estos países están superando a Occidente hoy… Y esto es sabido por todos.
Sin embargo, sí que hay una realidad innegable en estos días, y es que el mundo entero se enfrenta a una desgracia. Esta desgracia es Occidente, que mentalmente no está capacitado para acabar de forma pacífica su reinado unipolar en el planeta, y que continúa intentando lanzar violencia en todas las direcciones, provocando, contrarrestando e incluso atacando directamente a países de la integridad de China, Turquía, Rusia, Siria y muchos otros. Guinea Ecuatorial es hoy parte de la agenda oculta de Occidente, por las razones que todos conocemos.
Gadafi también ha sido llamado dictador, pero se debió sobre todo al deslumbrante desarrollo que había planeado para África y Libia, especialmente; desarrollo que preocupaba a los occidentales. Aún recordamos las famosas palabras “Vinimos, vimos… y murió”, que emitió Hillary Clinton, celebrando el brutal y brutal asesinato de Gadafi por parte de la OTAN, como un trofeo de guerra.
En el caso de Guinea Ecuatorial, todos sabemos que el Presidente Obiang Nguema Mbasogo no escatima en los medios para garantizar escrupulosamente el bienestar de todos los guineanos ecuatorianos, sin excepción; para que no haya recriminaciones, ni tensiones políticas, ni crisis social. Siempre está escuchando a su gente, a la gente de Guinea Ecuatorial que conoce a diario.
Por eso, no, no es la falta de democracia o la falta de libertad en Guinea Ecuatorial lo que asusta a las personas como Barbara Reis, porque es un tejido de mentiras fabricadas; es el nivel deslumbrante de desarrollo de Guinea Ecuatorial lo que les preocupa…
La comparación con el líder norcoreano no tiene nada que ver con la democracia o los derechos humanos. Occidente simplemente teme que Guinea Ecuatorial se convierta en un poder geopolítico, estratégico para el futuro del mundo, debido a sus inmensos recursos de petróleo y gas, que lo convierten en un verdadero Eldorado de petróleo / gas, y debido también a la gobernabilidad, al liderazgo sólido, estratégico y panafricano, de Obiang Nguema Mbasogo.
Los occidentales han dicho que Bashar al-Assad es un animal, un antidemocrático, que masacró a su gente, aunque sabemos que nada de esto es verdad. Ya dijeron lo mismo de Gadafi, al que acabaron masacrando. Y la única razón de todo ello es que los occidentales simplemente tienen miedo de los grandes hombres y las grandes potencias o poderes en ciernes.
Pero hoy, incluso más que ayer, la realidad es simple y obvia: Occidente no puede levantar un dedo frente a un Kim-Jong Un que sacude a Estados Unidos y Europa. En resumen: todo Occidente se enfrenta a un imperio chino como el de Xi-Jinping, que ahora es el auténtico dueño de la economía de los Estados Unidos, también se enfrentan contra un Vladimir Putin que sacude al mundo.
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Vanessa Ngadi Kwa
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