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Una oposición que no condena la violencia racial

Esta es la triste y auténtica realidad: nuestra oposición radical, esta que continuamente critica y condena a nuestro Gobierno y hasta a sus propios compatriotas, no es capaz de condenar los terroríficos capítulos de violencia racial que todos hemos visto recientemente. ¿El motivo? El miedo a morder la mano que les da de comer. 

Todas las personas que hemos viajado o vivido -ya sea por temporadas o habitualmente- en un país occidental, hemos observado, e incluso vivido en persona, episodios de discriminación e incluso, violencia racial. Y sabemos, lamentablemente, que no todos los casos salen en los medios de comunicación de masas. Al contrario: la mayor parte de los episodios racistas caen en el saco del olvido. Si bien es verdad que no todos los occidentales son racistas (hemos visto muchos blancos manifestándose conjuntamente con los negros en los Estados Unidos (EE.UU.) para protestar contra el asesinato de George Floyd), lo cierto es que gran parte de las actuaciones policiales en algunos países occidentales nos llevan a pensar que el racismo está institucionalizado.

Precisamente el caso de George Floyd, un ciudadano afroamericano indefenso asfixiado en plena calle por tres policías, sin motivo aparente,  ha avivado en los EE.UU. las viejas heridas que nunca se llegaron a cicatrizar. En estos días, en las redes sociales, las modernas fotografías a color se mezclan con las antiguas en blanco y negro, para comparar las manifestaciones recientes con las de hace aproximadamente 50 años (cien ciudades protestaron contra el asesinato del reverendo Dr. Martin Luther King Jr.). Aunque ha pasado más de medio siglo, podemos comparar las ya míticas fotos de las pancartas de Harlem de 1963 (“La brutalidad policial debe desaparecer”), con una foto de estos últimos días, en la que dos niños sostienen el letrero de “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”). Entre unas y otras, el rostro de Martin Luther King Jr., y algunos fragmentos de sus discursos más conocidos. Sus frases cobran vigencia una vez más entre los eslóganes que hoy se corean en todo Estados Unidos.

Los negros representan el 13% de la población norteamericana, pero, aun siendo una minoría, son el 60% o 80% (dependiendo del Estado) de la población carcelaria. Eso significa que los ataques de la policía están enfocados, especialmente, a la gente negra. Y el problema es básicamente el racismo. Por eso, el asesinato de George Floyd ha provocado una auténtica catarsis, no solo en los EE.UU., sino en todo el mundo, ya que tanto negros como blancos se han manifestado en diferentes países reclamando más justicia hacia la comunidad negra.

Pues bien: ante esta oleada de protestas pacíficas contra la violencia racial y en defensa de la dignidad y la vida de los ciudadanos afroamericanos, nos ha sorprendido el mutismo de la oposición radical ecuatoguineana. Y ello, pese a que la mayor parte de los partidos de la oposición radical de Guinea Ecuatorial se encuentran exiliados -voluntariamente- en países occidentales; por tanto, esta situación no les puede ser ajena.

El motivo de este silencio nos parece claro: ante este escandaloso tema, todos ellos prefieren mirar al otro lado por miedo al posible enfado de los financiadores de su exilio dorado, pues la cuestión racial sigue siendo un tabú en la mayor parte de países occidentales. Hasta el punto de que hay casos en los que las víctimas del racismo prefieren no denunciarlo por miedo a las represalias. Y es que, al fin y al cabo, el exilio voluntario de todos ellos no sería igual sin los sobresueldos de la Caja B de Bárcenas, o la financiación anual del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a la Convergencia Para la Democracia Social (CPDS). Es por este motivo, por no crear suspicacias con sus financiadores, por el que la oposición radical no puede condenar los asesinatos de afroamericanos en manos de la policía: por miedo a morder la mano que les da de comer.

Por ese motivo, tristemente, solo nuestro partido político (PDGE), que además de ostentar nuestro espíritu nacionalista ecuatoguineano, es un partido de vocación humanista y africanista, bajo la guía de nuestro líder carismático, el Hermano Militante Obiang Nguema Mbasogo, ha sido la única formación política del espectro político nacional que ha lanzado un vibrante comunicado condenando el asesinato del ciudadano norteamericano George Floyd, en manos de la policía y por motivos raciales.

Y es que los problemas raciales que aquejan a las sociedades occidentales nos afectan directamente, porque tanto los africanos, como los afroamericanos, somos igualmente hermanos. Y, sobre todo, porque siempre defenderemos la igualdad y los mismos derechos entre seres humanos.

Departamento de Prensa del PDGE

junio 18, 2020