Cada vez que los elementos de la oposición radical deciden manifestarse fuera de nuestro país consiguen un doble resultado: hacer el ridículo por la asistencia de cuatro gatos, y poner en entredicho a todo el Pueblo ecuatoguineano. Pues bien: el pasado fin de semana en Madrid lo han vuelto a hacer organizando una reunión minoritaria que fue otro ejemplo de fracaso político y mal gusto en general, representando a la mujer guineana como si fueran barrenderas.
Malabo, 6 de agosto de 2018.
Una vez cada cierto tiempo -y con el fin de justificar las ayudas que reciben fuera de nuestro país- los políticos más extremistas de la oposición se ven obligados a hacer algún tipo de “performance”: un “espectáculo” con el que poder demostrar a sus pagadores occidentales que trabajan, que se mueven, que hacen cosas…
Por ese motivo, en los últimos años era tradición que convocaran una “manifestación” frente a la Embajada de Guinea Ecuatorial, cuyo penoso resultado todos conocemos: y es que, en lugar de una manifestación, lo que se producía era una especie de reunión familiar, con los cuatro abuelos ya conocidos (entre ellos, el golpista fracasado Severo Moto), junto con sus hijos y algunos nietos.
Pues bien, en esta ocasión, y dado el fracaso de las convocatorias frente a la embajada, la “oposición radical” ha decidido cambiar el escenario y darle un toque mucho más “llamativo” al evento; para ello, en esta ocasión han hecho un “gran llamamiento a nivel de toda España” para convocar una “macro-manifestación” en Madrid. El resultado, una vez más, no puede ser más ridículo. Tanto que, en esta ocasión, incluso nos da vergüenza ajena.
La reunión que la oposición extremista ecuatoguineana organizó el pasado 3 de agosto logró reunir a no más de 30 personas, incluyendo a las hermanitas, hijas y esposas de los cuatro opositores conocidos (no podía faltar el golpista Severo Moto), vestidas de mozas y barrenderas, que se dedicaron a mover las escobas, vociferar y hacer el ridículo más espantoso, tal y como se puede comprobar en las fotos y en los videos que ellos mismos -sin ningún ápice de pudor- han subido a las redes.
Los turistas de la zona, entre temerosos y a carcajadas, han asistido a la insólita escena de este grupo de individuas con escobas, vociferando sin que nadie más que ellas las pudiera entender.
Desde el PDGE asistimos abochornados a este nuevo espectáculo de un pequeño grupo de individuos que se autocalifican como “oposición política”, pero que de nuevo nos demuestran que no tienen ni idea de lo que es hacer política: únicamente saben dar espectáculos bochornosos como este, de absoluto mal gusto, con agresivas y malas formas, que lo único que hacen es asustar a la gente, y dar una imagen patética y estrafalaria de la gente de nuestro país. ¿Acaso es representar a la mujer ecuatoguineana que se la ponga públicamente como barrendera y moza?
Tras este nuevo capítulo, desde el PDGE cada vez estamos más convencidos de que, para el fracaso de la oposición no necesitamos ni siquiera hacer nada: se bastan y se sobran con ellos mismos.
No obstante, y a pesar de este sentimiento de bochorno y de vergüenza ajena que estos shows nos provocan, desde el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial volvemos a hacer un llamamiento a estos opositores para que regresen al país que a todos nos ha visto nacer y en el que cabemos todos los ecuatoguineanos de buena fe, con el fin de hacer nuestra política en nuestra casa y entre todos. Una política que coadyuve a la paz y al desarrollo emprendido por el PDGE, con su Presidente y líder carismático, S. E. Obiang Nguema Mbasogo, al frente. Solo regresando y haciendo la política aquí, entre sus compatriotas, todos ellos podrán abandonar la miseria que les obliga a vociferar y a figurar en la oposición radical, para mendigar prebendas a los intereses y lobbies internacionales, interesados en desestabilizar al Gobierno legítimo de nuestro país para apoderarse de nuestros recursos.
Por tanto, el PDGE responde a esta nueva y penosa reunión volviendo a extender sus brazos a todos ellos, como compatriotas que son, para ayudarles a un regreso que, esperamos, no tarde en llegar.
Departamento de Prensa del PDGE
