Semana tras semana, Severo Moto destila su amargura en su blog Geoconfidencial. Un espacio normalmente escandaloso, que día a día nos enseña que Severo Moto tiene una relación totalmente alterada con la realidad, y cuyo único objeto es presentarse a sí mismo como “oponente histórico” del Presidente Obiang Nguema Mbasogo, y como el único “remedio político” para Guinea Ecuatorial.

Severo Moto no lo admite, pero la realidad es que, después de tantos años de exilio voluntario, ha perdido totalmente el contacto con la juventud de su país de origen. Por ello, Severo Moto no solo no puede ya conectar con la juventud de Guinea Ecuatorial, sino que es necesario explicar a los jóvenes quién es este viejo y frustrado opositor.

Severo Moto comenzó su andadura pública sobre 1971, cuando se puso al servicio del primer Presidente del país, Francisco Macías Nguema, primero como periodista de RTGE, y luego como Jefe del Servicio Informativo de la dictadura.

Tras el Golpe de Libertad, en 1979, el Presidente Obiang Nguema Mbasogo le liberó de la cárcel, donde acabó siendo encerrado por Macías, como gran parte de los ciudadanos de nuestro país. Pronto Severo Moto se acomodó en el nuevo Gobierno, como Secretario de Estado de Información.

Severo Moto afirma que huyó de Guinea Ecuatorial por razones políticas, poco después del acceso al poder del Presidente Obiang, lo que es totalmente falso. Dejó su país de la forma más tranquila del mundo, embarcándose pacíficamente en un vuelo de IBERIA en el Aeropuerto Internacional de Malabo, en dirección de Madrid, para pasar unas vacaciones familiares.

Contrariamente a lo que va diciendo y escribiendo, Severo Moto nunca llegó a renunciar a sus funciones ministeriales. Fue cesado de su cargo como Secretario de Estado, a través de una remodelación de Gobierno. Y esto sí, fue por decisión del Presidente Obiang Nguema Mbasogo.

Una vez en tierra española, Severo Moto fue rápidamente acogido por los partidos de la derecha española, y por determinados entes de los servicios secretos y del espionaje, con los que siempre ha colaborado.

Luego comenzó una increíble carrera como mercenario que lo llevó por todos los rincones del mundo. Su obsesión era derrocar, a toda costa, al Presidente Obiang Nguema Mbasogo.

De esta manera, en 1997 fue detenido en las zonas costeras de Angola, a bordo de un barco lleno de armas y mercenarios. Luego, fue deportado rápidamente a España en un vuelo especial fletado por el gobierno español para recuperarlo.

Un año después, se descubrieron armas, -incluido un rifle de largo alcance-, en el puerto español de Valencia. Las investigaciones posteriores revelarán que dichas armas estaban dirigidas a un cómplice de Severo Moto, residente en Malabo, con el que había proyectado un nuevo plan para matar al Presidente Obiang.

En 2004 Severo Moto alcanza su apogeo como “terrorista aventurero y frustrado”, al estar implicado en el mundialmente famoso intento de Golpe de Estado del mercenario Simón Mann, financiado por importantes empresarios y lobbies internacionales, cuyo objetivo era poner a Severo Moto como Presidente de Guinea Ecuatorial para, de esta forma, hacerse con el control de la gestión petrolera en nuestro país.

Poco más tarde, Moto volvió a protagonizar otra estrambótica noticia, al ser detenido brevemente en Croacia con otro grupo de mercenarios. Tirando de la cuerda, sin exponer a sus patrocinadores, y con bastante ridículo, el Gobierno del exPresidente José Luis Rodríguez Zapatero se propuso retirarle el estatus de asilo político.

Lo cierto es que, en su relación con la política española, Severo Moto siempre ha estado mucho más cerca de la derecha, y del exPresidente José María Aznar, que de los socialistas españoles… Pero la realidad es que se ha relacionado con todos, y a todos les ha sacado financiación. Por eso no es de extrañar que Severo Moto tenga un amplio conocimiento de lo que se cocina en la “trastienda” de la política española, y de la financiación oculta que allí se maneja.

Pasa el tiempo y Severo Moto -en vez de admitir la realidad- sigue maquinando: años más tarde lo encontramos en París, Francia, donde conspira junto a la CORED de Salomón Abeso en el expediente litigioso denominado “Bienes Mal Adquiridos”. Este “excelente” (modo ironía) equipo de instigadores, intentará en vano iniciar una acción civil (para ganar dinero) mediante la justicia francesa, con un nuevo fracaso que se añade a su interminable lista de frustrados intentos. Fiel a su carácter sombrío, Severo Moto además se acaba peleando con sus socios de CORED por razones que siguen siendo un misterio. Las redes sociales son testigos de cómo se atacan entre ellos, ofreciendo una deplorable imagen de los opositores ecuatoguineanos en el exilio.

Un golpista frustrado y fracasado al que se le ha pasado el arroz
Tras una vida completa de errores, fracasos, derrotas, chapuzas golpistas y planes frustrados, y al verse incapaz de llegar al poder con la ayuda de las armas, la actividad del viejo Severo Moto se ha visto reducida a soltar peroratas desde su página de internet.

A través de los “artículos digitales” publicados en su blog, Severo Moto se nos muestra como un ferviente defensor del totalitarismo más absoluto, incluso en el seno de su propio partido político, el Partido del Progreso (PP). Hasta el punto de que, seguramente, este movimiento no tendrá ningun futuro, ya que ni el propio Severo Moto se ha preocupado por su sucesión, ni ha admitido que nadie le haga sombra. ¿No debería ser un deber esencial para todo político responsable perpetuar su herencia política?

En última instancia, ni la política ni el debate son opciones para Severo Moto. Por una parte,  le secunda un historial de frustradas intentonas golpistas. Por otra parte, un historial de enfrentamientos y luchas encarnizadas, con insultos y ataques, entre sus propios compañeros de la oposición, con continuos llamamientos a la reconciliación. Pero, en resumidas cuentas: ningún régimen político dialogará con un hombre que sólo es capaz de representarse a sí mismo, y a nadie más. Alguien a quien solo le queda la soledad del perdedor; que ya no es nadie ni en política, ni en ningún otro ámbito. Por eso nos vemos obligados a recordar su historia, porque pocos son ya quienes le conocen; porque a nadie representa.

Severo Moto es, a día de hoy, alguien que sólo se representa así mismo. Un auténtico CADÁVER POLÍTICO.

Artículo de laotravoz.info

Departamento de Prensa del PDGE